domingo, 20 de abril de 2014

¡Las mujeres también tenemos bolas!: Desi Purple Love Balls







Recibí por mi cumpleaños un juguete un poco particular y con un encanto único: Unas bolas chinas (o bolas de geisha) de color lila y con corazoncitos. Al recibirlas solo atiné a sonreír y a agradecer a la generosa donante por haber tenido un si bonito detalle, pero para ser sincera tenía dudas y muchísimas preguntas sobre este objeto de placer. En primer lugar, no veía como dos bolas que tienen casi el tamaño de dos "pelotas de ping pong" podrían entrar "ahí", y luego la pregunta más importante: ¿para qué sirven? ¿cómo tengo que hacer? ¿Verdaderamente me va a brindar placer?

Para resolver todas mis dudas (y al mismo tiempo las suyas) hice una pequeña investigación y descubrí que su principal propósito es de ejercitar los músculos de la vagina (especialmente los músculos del perineo femenino), el objetivo de esto es que después de algunas sesiones de ejercicio con ellas, podamos sentir y hacer sentir más placer durante los momentos de diversión y perversión en pareja. Sus otros objetivos son  el estimular, masajear, tomar plenamente conciencia de nuestro cuerpo y nuestra intimidad. Sin olvidar que pueden ser utilizadas en pareja para ayudar a lubricar más rápido o para pequeños juegos traviesos. 

Las bolas chinas o bolas de geisha son dos bolas en metal, en silicona u otro material, conectadas entre sí por una cuerda y cada bola contiene una bolita dentro, vibran con cada uno de nuestros movimientos pues lo hacen cuando choca la bolita de adentro con la de afuera. Masajean nuestra intimidad y nos dan sensaciones increíbles de una manera delicada. 

Me lancé (admito que a pesar de informarme, tenía dudas) en la aventura porque me encanta lo nuevo, sobre todo si este puede darme un poco de placer. Primero abro el paquete, descubro que estas Desi Purple Love Balls tienen una textura muy agradable al tacto, son de silicona suave y todo el juguete mide 17 cms de largo por 3 cms de diámetro y pesan 78 gramos. Con la ayuda de un lubricante a base de agua las coloco en mi, para empezar hago algunos ejercicios perineales y estoy gratamente sorprendida, se sienten bien, después de algunos minutos de contracciones y movimientos (porque para algunas cosas soy súper aplicada) empiezo a sentir una verdadera contracción de mis músculos, siento una verdadera satisfacción al hacer estos "ejercicios" y decido dejar de hacerlos echada para lanzarme a descubrir las sensaciones ¡en movimiento! Si quieres saber cómo hacer los ejercicios, entra aquí.

Decido salir a  hacer jogging para bien aprovechar las bolitas cuando se chocan entre ellas estando dentro de mí y es definitivamente I-N-C-R-E-I-B-L-E. En los primeros pasos siento algo ajeno adentro (debido al tamaño, no me sorprende), pero rápidamente el placer llega, un placer lento y excitante, cuando me paro para tomar agua o retomar mi respiración lo lamento casi de inmediato, quiero continuar sintiendo esas sensaciones fantásticas; en todo caso es una muy buena manera de despertar la libido ¡Eso denlo por seguro! 

En conclusión : Se los recomiendo, ya sea como objeto de placer que como objeto para hacer ejercicios pélvicos, claro que toda sensación y gusto depende de la persona como todo, pero es definitivamente un MUST HAVE que hay que tener en casa (sobre todo para las chicas que adoran los placeres agitados!). Las bolas las puedes encontrar en cualquier sex shop de tu ciudad, no es necesario que sean estas para sentir el placer al chocar.


Algunos consejos finales:

- Utilizar siempre un lubricante a base de agua, el que es a base de silicona podría estropear las bolas.
- Para el placer anal,  es mejor usar bolas tailandesas (también conocidas como “anal beads”), desgraciadamente las bolas chinas son muchas veces demasiado grandes y si hay un movimiento muy brusco pueden ser muy difíciles a retirar.
- Para un mayor placer en pareja, dejar las bolas chinas dentro de la cavidad vaginal mientras tu pareja ofrece placer analmente ¡las sensaciones se duplicarán! 
- Limpiar las bolas chinas con la ayuda de un spray de limpieza especial para accesorios íntimos, y hay que limpiarlos después pero también antes de cada utilización, eso para garantizar una higiene máxima.

Hasta la próxima, 



La _Sainte

domingo, 13 de abril de 2014

Bricolaje sexual, un reto fuera de lo común




Hace unas semanas, conversando entre copas con unas amigas, nos propusieron hacer un review sobre un juguete hecho con piezas caseras; en realidad ¡NOS RETARON! y nosotras lo aceptamos, amamos los retos. Sería fácil agarrar un cepillo de dientes eléctrico y frotárnoslo o que los pepinos o plátanos ya no sean usados para comer en la próxima ensalada sino en la próxima jornada; pero como nos gustan las cosas elaboradas y era un reto que queríamos afrontar de un modo brillante, indagamos en internet hasta encontrar esta maravilla compuesta por un set de juguetes que ya teníamos y algunas cosas que se encuentra en casa. El resultado: un aparatito eléctrico que se mueve perfecto para usar con nuestra Tower of Power (Jelly cock rings). ¿Cómo? Pues les dejamos este tutorial, nosotras usamos la parte de abajo de un liquid paper y la pegamos a las cerdas del cepillo. Esta página tiene bastantes Do It Yourself (DIY) sexuales que pueden hacer e innovar.


Lo positivo: No tienen idea de lo que es sentir repetidas veces el roce de las protuberancias de cada anillo en el clítoris o los pezones una y otra vez; mejor aún si la otra persona te ata y juega con tu ansias acercándote el juguete y quitándotelo cuando quiera.  Es bastante portátil y un tanto camuflable (de hecho es raro tener un cepillo de diente con una tapa pegada pero si usas bien tu imaginación podrás crear una buena excusa). 100% lavable (hello! es un cepillo de dientes) y puedes tener una infinidad de horas de entretenimiento. Nosotras lo usamos como foreplay. ¡Uhm! Delicioso. ¡Y también puedes usarlo sola! Es un gran, GRAN, plus.


Lo negativo: Al no estar precisamente hecho para esto, el diámetro del aro del cock ring puede variar y de eso dependerá cuántas capas le pongas de jebe (la punta del gotero) al cepillo. Tampoco le pongas lubricante porque se resbalará y será muy tedioso (y mood killer) tener que pararte y limpiarlo de líquido resbaloso, podrías usar tu lengua para lubricar, te aseguramos que será fascinante para ambas.


¿Te lo recomendamos? Hell yeah, baby! ¿Quién no quisiera algo incansable haciéndote cosquillitas hasta que te vengas eh? Sola o acompañada, no hay pierde, lo único que tienes que conseguir son los anillos, que de hecho los encuentras en tu sex shop favorita.


Sabina Spank & Lagoon


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lunes, 31 de marzo de 2014

Invitada Especial: Essence pure energy 4 inch por Lolita Golosa






El amigo fuerte que te hará gritar. Simple y compacto, femenino pero muy fuerte a la vez. Este pequeño amigo de cuerpo duro pero blando corazón (o debería decir punta), te hará gozar como nunca antes. 


Essence Essence pure energy es un pequeño (hablamos de cuatro pulgadas) pero potente vibrador color rosa de una sola velocidad (no se desanimen, sólo una potencia les será suficiente y hasta demás). Su cuerpo está hecho de polietileno de alta densidad, que lo hace duro al tacto, excepto la punta de su extremo superior que está hecho de silicona y tiene unas bolitas medio sobresalidas para mayor sensación. 

 
Posee un ángulo curvo que encajará a la perfección con el interior femenino y logrará excelentes orgasmos si lo usas tanto por fuera (entiéndase directamente sobre el clítoris) o por dentro. Pero cuidado, que tanto movimiento ¡puede hacerte terminar antes de tiempo! Su principal atractivo a parte de su lindo color, es la potente vibración que produce y que sólo necesita 1 pila 2A (lapicero) para que cobre vida. Pero vas a necesitar más de una porque cuando lo pruebes no lo vas a querer dejar nunca! Además es waterproof por lo que le puedes sacar el jugo este otoño que parece verano en el agua. 


Pero como todo, no puede ser perfecto; un problemita de este juguete es que puede acumular fluidos corporales en unas hendiduras que tiene en una parte de agarradera, así que lo deberás limpiar a consciencia luego de usarlo. Otro detalles es que su tamaño no te permite tanto el hacer demasiadas maniobras si te lo introduces pues puede "desaparecer" si te gusta sentirlo bien adentro. Por lo demás, es muy bueno y potente que las hará gritar de placer. ¿Lo quieres? Yo lo compré aquí.


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domingo, 23 de marzo de 2014

I wanna Wanachi! : Wanachi Mini



Una de las series de televisión que ha sido de mis favoritas por años ha sido Sex & the City (eso hasta que sacaron las películas, ¿cómo pudieron joder algo tan genial?).

¿Quién podría olvidarse de esa mancha de tías estupendas y con tremenda personalidad? Ellas eran un abanico de personalidades con la que toda mujer se ha sentido identificada en mayor o menor medida en algún momento;  tenias a la tía fashionholic,  la workaholic,  la  me-hago-la-estrecha-holic y por supuesto  no podía faltar la tía ninfómana, la me-levanto-todo-lo-que-se-mueve-holic.

De todas ellas mi favorita era definitivamente ésta última, quizá porque  de todas era  la única capaz de  vivir su sexualidad plenamente  (a veces demasiado), sin tener miedo a experimentar, de ser tildada de puta o devoradora de hombres. Hay que ser honestos,  eso implica aceptarse tal como uno es (más con defectos que con  virtudes) y tener los calzones bien puestos para zurrarse en lo que uno se tenga que zurrar.

Un episodio que recuerdo en particular es aquel en donde mi heroína entraba muy oronda  a una tienda y le recriminaba al encargado que el toy-operated-boy que había comprado era básicamente  una estafa, había que verle la cara de sorpresa cuando el encargado le respondió que el aparato en mención no era un dildo ¡sino un masajeador muscular!

Lo interesante de todo esto es que el aparato que inspiró esa historia existe en la vida real. El dispositivo original fue desarrollado en China en primera instancia como un  masajeador para aliviar dolores musculares bajo el nombre de Hitachi,  pero con su llegada a los Estados Unidos (allá por los años 70)  su uso se expandió a las artes amatorias (producto quizá de algún amante creativo que no encontró mejor cosa que hacer en su tiempo libre); eso hasta que se dieron cuenta de que era peligroso para ese uso en específico dado que el artículo de los 70`s era conectado directamente a la energía eléctrica y daba de cuando en cuando chispazos en plena faena, eso además de medir más de 30 cm de largo. Creo que a ninguna de nosotras nos gustaría morir hecha un anticucho y de un electroshock vaginal, ¿verdad? Inspirados en esa historia, otra compañía China (¡esos chinos están en todas!) desarrolló un artículo que tenía todos los beneficios del producto original es decir, el diseño, la forma, etc, pero mejorado y adaptado al 100% para tener una buena experiencia al sur de tu ombligo.  Dicho en buen cristiano, crearon un producto con el  peso, medida oficial  y sin riesgos de por medio, nada de electroshocks ni de sustos de ningún tipo  porque lo diseñaron para funcionar a pilas. A ese nuevo dispositivo lo bautizaron con el nombre de Wanachi.

La colección Wanachi tiene 4 productos: El Mini, Mini-Mini, Micro y Maxi. En esta oportunidad en particular me voy a centrar básicamente en el Wanachi Mini y contarles  mi pericia con él.

Debo confesar que adquirí el Wanachi desconfiada, quizá porque mi experiencia con dildos no había sido de las mejores hasta ese momento y se limitaba al uso de  uno bien básico al que describiré como comer huevos sin sal. Quien me lo vendió me juró por su madrecita  que esa maravilla me llevaría a las estrellas en un 2 x 3. Creo que  mi incredulidad se debía a tener tanta cosa buena a un precio más que económico (eso en comparación a otros dispositivos en el mercado que pueden ser súper caros), aún y con todas las dudas decidí comprarlo.

Me encontraba sola de viaje, caída de cariño y con unos calores que no se solucionaban ni con agua fría. En resumidas cuentas era una situación desesperada que demandaba una solución desesperada. Me moría de la curiosidad por probarlo pero tuve que  esperar pacientemente hasta final del día, momento en el que  pude llegar  a la habitación de mi hotel. Abrí la caja impaciente y me encontré con un aparato con 2 baterías AAA, mide aproximadamente 21 cm de largo, con una cabeza de silicona de 4.4 cm de largo y 3.5 cm de diámetro y con un regulador de velocidades en la parte superior de la vara al que sólo hay que girar  para ajustar el nivel de la vibración. Una vez hecho el peritaje técnico preparé la bañera con burbujas, dejé a la mano un poco de lubricante de base acuosa y me lancé al ruedo a domar al toro (¿mencioné que esta maravilla es water proof?), ¡OH SI! ¡¡¡¡OH SI!!!!  Lo único que puedo agregar es  que fueron los 30 euros mejor invertidos de mi vida. Debo reconocer que este dispositivo hace maravillas en tiempo récord.


 
Mi recomendación si decides probarlo es que primero te familiarices bien con las velocidades y descubras cuál es la ideal para ti, no olvides tener un buen lubricante en base a agua (jamás uses el de  base a silicona porque dañarás tu juguete).

Cabe recalcar que el Wanachi Mini puede tener un nivel de vibración muy potente (lo que para mí es fabuloso). Cuando termines de usarlo no olvides remover  las baterías (¡caso contrario el Wanachi las devorará!). Definitivamente lo recomiendo para todas aquellas que quieran liberar aunque sea en la soledad de su habitación a la Samantha que llevan por dentro.

¿Lo quieres? Adquiérelo aquí.

Michella_Caldwell